lunes, 8 de abril de 2013

En barco por el Amazonas

Recorrimos gran parte del Amazonas en barco. El primer trayecto lo hicimos de Iquitos a Santa Rosa, la frontera con Colombia y Brazil. Fueron dos noches en un barco llenísimo de gente. Había hamacas por todos lados, no se podía caminar. Cuando estábamos a punto de partir parecía que no entraba un alma más se subieron 18 haitianos jugadores de básquet. De más está decir que es noche mucha gente durmió incómoda. Los horarios de las comidas me volvieron loca: desayuno a las seis, almuerzo a las once y cena a las cuatro. Otro dato de color es que todo el mundo (pasajeros y tripulación) tira su basura al río.
El viaje de Tabatinga a Manaus fue totalmente distinto. El barco era más grande y estaba regulado dónde se podían colgar las hamacas. Era abierto así que podíamos disfrutar del paisaje en todo momento. Cuando llovía ponían un toldo. Despertar de cara a la selva amazónica fue de las cosas más lindas que vivimos. Los horarios de las comidas eran igual de locos en Perú pero había comedor y variedad de cosas para elegir.
Viajamos con Viktor y Albert (de Suecia), Helen (Escocia) y Madeleine (EEUU) en el denominado "pasillo gringo" (con excepción de nosotros). Charlamos, leímos, compartimos unas botellas de cachaca y observamos el paisaje.
Como último dato les cuento que Madeleine tiene un blog como el nuestro. Es una yanqui pelirroja divina, toda pecosa pero de padre brasilero. Estuvo recorriendo el continente y llenó su página de fotos y anécdotas muy lindas. La recomendamos.

Mi abuela

El 5 de abril viajamos de Guayaquil a Baños. Un camino jodido: lleno de curvas y en altura. A pesar de haberme tomado un dramamine me sentía para el culo.
A las tres horas de habernos subido al bus (faltaban cinco) me llamó mi mamá y me contó que mi abuela se había muerto.
La Cuti había tenido un accidente cerebro-vascular hace diez años y nunca se había recuperado del todo. En el 2011 (mientras yo mochileaba por Europa) tuvo otro y pasó el último año y medio en un geriátrico, sin poder comer, moverse o hablar. Requería la misma atención que un bebé y cada día parecía más deteriorada. Fue una situación horrible y la noticia de su muerte me dejó muy triste pero también me generó mucha paz. Ahora ello está mejor. De eso estoy segura.
Creo que lo mejor que puedo hacer por ella es recordarla en sus mejores momentos. Así que a continuación, una lista de recuerdos hermosos.
  • Los miércoles en los que siempre me cocinaba ñoquis.
  • El miedo a los sapos.
  • El amor que le tenía a sus mascotas, por más feas que fueran.
  • Cuando se disfrazaba de Papá Noel en el Sanatorio.
  • Mi abuela como mamá: las anécdotas de la infancia de mi viejo (cuando le soltó el halcón porque se había comido su canario, por ejemplo. Ella siempre lo negaba igual).
Los viajes no son perfectos. Eso se aprende en la marcha. Hay días hermosos y otros tristes. Quiero pensar que el final de este viaje es un poco de las dos.

domingo, 31 de marzo de 2013

En Montañita

¿Qué hace la gente en Montañita, Ecuador? Toma, se droga, sale de fiesta, va a la playa.
¿Qu{e hacemos nosotros en Montañita? Dormimos, comemos e intentamos vender artesanías (anoche vendimos un collar por cinco dólares!!)

domingo, 24 de marzo de 2013

Lastrando en Otavalo

El jueves llegamos a Quito y ayer a Otavalo. Nos encontramos con mucha comida en la calle, un parque de diversiones y muchas panaderías. A continuación una lista de lo que ingerimos en las últimas veinticuatro horas.
  • Pollo a la broaster con arroz (Javi)
  • Dos empanadas de queso (Pau)
  • Una manzana cubierta en chocolate
  • Dos malvaviscos
  • Tres frutillas bañadas en chocolate (Pau)
  • Un chocolate blanco
  • Un paquete chico de obleas Oreo
  • Un paquete de papas fritas
  • Algunas Oreo y galletitas Galak
  • Cada uno una sopa de pollo y un plato de carne a la plancha con arroz, papas y ensalada
  • Un chocolate grande
  • Dos empanadas de queso con azúcar
  • Un pan de maíz
  • Un pan de queso
  • Una dona rellena de mermelada
¿Quién dijo que mochileando se pasaba hambre?

miércoles, 20 de marzo de 2013

La trucha de Copacabana

Hay que probarla. En la costa hay muchos kioskitos, nosotros fuimos al primero, el que queda al lado del hotel El Mirador. Por 22 bolivianos te ofrecen un menú que consiste de sopa de maní o de papa deshidratada y trucha al gusto (probamos a la manteca, al limón y al ajo) con papas fritas, arroz y ensalada.

El choreo de la Isla del Sol

La excursión por el día de Copacabana a la Isla del Sol la venden barata: a 35 bolivianos. Lo que nadie avisa es que en la parte Sur cobran diez bolivianos por persona para empezar a recorrer, el guía exige diez más como propina, en el medio de la caminata que cruza toda la Isla cobran otros diez y al final cinco más. Nosotros habíamos ido con nuestros últimos treinta bolivianos y nos quedamos sin plata antes de pagarle al guía. Después nos contaron que no pueden exigir propina, pero eso es aparte. A mitad del camino ya no teníamos con qué pagarle a la gente y no éramos los únicos. Al final se juntó un grupo de gente sin plata e indignada por tanta plata que cobraban sin avisar y nos dejaron pasar.

martes, 19 de marzo de 2013

Postales de Uyuni




Atrasadas, pero postales igual. Uyuni: quizás lo más lindo que nos mostró la naturaleza en este viaje.
  1. Posando como pelotudos en el cementerio de trenes
  2. Fotos espejo
  3. Subidos arriba del jeep que nos llevó al salar. Lo recomendamos.
  4. Quinoa en el hotel de sal


lunes, 18 de marzo de 2013

Qué hicimos en Cartagena

Pasamos dos días en Cartagena recorriendo sus callecitas, cocinando arepas y disfrutando el sabor colombiano. Mañana volamos a Cali.

















¡Concurso!

¡Hola lectores! Si les gusta lo que escribo y les encantaría que pudiese hacerlo por un tiempo más les pido que voten por el blog en el concurso The Big Blog Exchange: http://www.bigblogexchange.org/blog/329002
Clickeen en "Vote".
¡Los queremos!

Tips para gastar menos plata

Mochilear no es fácil. Viajar en general se complica porque es caro y Latinoamérica no es la excepción (si sos latinoamericano). A continuación un par de recomendaciones y anécdotas que pueden ayudar al viajero a ahorrarse unos pesos/reales/bolívares/dólares/etc.

  • Cocinar. Aunque esté prohibido, aunque no haya muchas ganas, aunque no haya buenos cocineros cerca. En nuestro viaje nos salvó la cocinilla que compró Javi en Doite. Yo no le tenía fe pero hay que reconocer que cuando uno está en un hostel sin cocina en una ciudad cara... siempre se puede cocinar en la plaza o en la habitación! Eso hicimos un par de veces. Hicimos arroces y pastas. Lo único que no funcionó fueron las papas que intentamos freír en la puerta de la iglesia del Oasis de la Huacachina... horribles. De todas maneras la mayoría de los hostels tienen una cocina básica donde se puede preparar algo rápido. Los campings suelen contar con lugares para hacer fuego (sólo hace falta saber hacerlo, pero chicas no se preocupen que a los hombres les encanta demostrar que a ellos sí les sale). Una receta que Javi aprendió en el sur de Chile son panes que se hacen con harina, agua y sal (tal vez un poquito de aceite). Uno va mezclando hasta que queda una masa elástica y se forman  panes finitos. Se pueden freír o hacer a las brasas. Con manteca quedan de re chupete.
  • Compartir. Comida, saberes, destrezas, trucos, anécdotas, recomendaciones, espacios, fuego... Y la lista sigue. Siempre nos va a traer cosas buenas. Si hoy le das a alguien un plato de fideos, mañana te lo va a devolver. Y no es sólo mercantilismo, es algo lindo. Conociendo otros viajeros y compartiendo un par de recomendaciones tal vez se llegue a un lugarcito perdido donde no haya que pagar hospedaje o a una playa paradisíaca que no sale en la Lonely Planet. Ya lo dijo Jesús o el padre Grassi: ama a tu prójimo como a tí mismo. Esto también sirve para aprender nuevos puntos de macramé, conseguir chamanes confiables que den ayahuasca y degustar aguardiente colombiano.
  • Vender comida. Y no hace falta cocinarla. En nuestro segundo barco por el Amazonas (de Tabatinga a Manaus) vendimos una caja de barritas de chocolate Golazo y seis paquetes de galletitas. Las vendimos bien barato pero dejenmé decirles que las vendimos MUY rápido. En menos de cinco minutos no teníamos nada y la gente venía a pedirnos más. Así que a todos los viajeros que vayan a embarcarse en estas travesías les recomendamos la venta de alimentos. De más está aclarar que la comida del barco es horrenda y hasta una manzana podrida parece más apetitosa que lo ofrecido. En Playa Parguito vendimos panchos con tomate y mayonesa a los venezolanos, acostumbrados a comerlos con más de diez opciones de salsa, repollo, tomate, lechuga, jamón, queso y papas fritas. Conclusión: la gente tiene hambre todo el tiempo.
  • Vender artesanías. Con un par de puntos básicos se hacen pulseritas de macramé que la gente que se va de vacaciones va a querer comprar. Lo juro y lo re juro. También se pueden compran aritos al por mayor, hacer collares con mostacillas, tejer bolsos. La lista es infinita. Javi hace unos aritos que hasta la persona con menos destreza en motricidad fina puede fabricar. Es cuestión de conseguirse un paño y sentarse a esperar o caminarse la playa de punta a punta. Se va a vender lento pero se va a vender.
  • Vender lo que ya no sirva. ¿Zapatos de trekking en la playa? ¿Campera para la lluvia en el desierto? ¿Libros terminados? Cambialos por plata. Nosotros vendimos una de las hamacas paraguayas con las que viajamos por el Amazonas. Fue muy fácil: en el hostel de Manaus conocí a un argentino que iba a viajar de ahí a Tabatinga. En muchas ciudades hay ferias donde se pueden vender objetos usados.
Eso es lo que hicimos nosotros. Si a algún lector se le ocurre algo puede compartirlo. Enfatizo que es conociendo a otros viajeros, compartiendo momentos, comidas, datos, información que la plata se va más lento.

Más notas sobre La Paz

  • Los jugos que venden por la calle y en los mercados son muy ricos. Eso sí: no le pregunten a las señoras que los venden si los hacen con agua de la canilla porque se ofenden.
  • Hay lustrabotas por todos lados. A primera vista dan miedo: tienen la cara tapada con un pasamontañas. Resulta que son chicos en edad escolar y les da vergüenza estar trabajando.

domingo, 17 de marzo de 2013

Las delicias de Venezuela

Afirmo que la mejor comida la probamos en Venezuela. Lo mejor fueron las arepas con manteca o rellenas con cualquier cosa (desde lentejas hasta revueltos). Hasta con harina integral las comimos y no defraudaron.
En la calle degustamos increíbles panchos y hamburguesas. De nuevo con todo: tomate, lechuga, repollo, jamón, queso, huevo, panceta, chorizo (sí: chorizo con pancho) y una infinidad de salsas.
También nuestros amigos de Playa Parguito nos cocinaron delicias: arroces, pastas, lentejas y, por supuesto, arepas.
Las bebidas venezolanas también están buenísimas. La cocada es agua y pulpa de coco licuada con leche condensada. También intentamos hacer papelón: jugo de caña de azúcar bien frío y con limón. Los últimos días probamos la chicha, una especie de arroz con leche con leche condensada, canela y mucho hielo. Coronamos el paso por Venezuela con un granizado de maracuyá.
A continuación fotos ilustrativas.







Las casitas de La Paz

Víctor Jara hablaba de las casitas del barrio alto pero las de La Paz no se parecen a las de Santiago. Vale la pena visitar la capital boliviana aunque sea sólo para mirarlas. Miles de millones, todas pegadas, juntitas y de ladrillo a la vista. A la nohe se iluminan y los cerros se llenan de lucecitas en la oscuridad.

domingo, 10 de marzo de 2013

La muerte de Chávez

Asumo que es de interés general cómo vivimos la muerte de Chávez, ya que estamos en Venezuela. Les copio el mail que le mandé a mi amiga Lola:
"Estoy en Isla Margarita, un lugar medio alejado de todo porque ademas estamos acapamapndo en una comunidad de surfistas que se organizan para cuidar unas tortugas, por lo cual tampoco estamos muy comunicados. El día que se murió Chávez casualmente estabamos en Porlamar que es como una de las mini ciudades que estan en la isla. todas las teles estaban pasando un partido de la Champions... así que la noticia llego por la radio en una licorería por la que pasamos... En la isla recien gobierna el socialismo desde las últimas elecciones así que no paso mucha cosa en ese momento. Pero hubo muchos bocinazos, gente llorando, debatiendo en el bondi, música de Chávez. Lo más zarpado fue volver a la playa donde nos estamos quedando. Estaban todos muy tristes y lo que me queda de lo que dijeron fue "el que hoy no se siente ni un poquito mal es un egoísta". Hay igual un poco de preocupación en la gente porque ya desde antes de la muerte de Chávez había un poco de desabastecimiento en los supermercados en todo Venezuela. Falta harina para arepas,l harina común, azúcar, arroz, café... La gente se pelea en los supers por la harina de maíz. Así que había miedo de que haya desabastecimiento, golpe de estado, que no haya laburo en semana santa (algo clave en la isla). Al día siguiente que murió Chávez hubo milicos patruyando por todos lados, pero a nuestra playa vinieron más de levante que cualquier cosa. el que me vino a chamuyar a mi me contó que en Caracas unos salieron a festejar la muerte de chávez y los mataron."

En Isla Margarita

¡Hola a todos! Llegamos a Isla Margarita a principios de marzo o fines de febrero, ya ni me acuerdo. De una nos fuimos a Playa Parguito, donde nos dijeron que había "una comunidad que cuida a las tortugas" donde podíamos acampar. Llegamos de noche, sin entender nada y un rasta (El Rasta) nos dejó poner la carpa en su bar en la playa.
Al día siguiente descubrimos de qué se trataba la cosa: gente (mejor dicho, hombres) que viven en la playa con distintos objetivos y haciendo cosas muy variadas. Hay varios surfers durmiendo en una casita elevada, "el Che", que arregla tablas de surf y aloja gente, el Rasta y Rubén que gerencian un club playero, el Viejo que descansa de su familia en su rinconcito frente al mar, Don Miguel que se encarga de preparar todo para cuando vengan las tortugas a desovar y Vicente que vende granola, joyería en coco y da clases de surf.
Todos estos personajes y nosotros acampando en el medio.
Lo de las tortugas es así: las cardón (las más grandes del mundo) vienen a desovar a la playa. Como están en extinción intentan preservar los huevos y asegurarse que todos los tortuguillos salgan y se vayan en paz. Posibles peligros: pájaros, perros y la gente, además de que hay veces en las que desovan al lado del mar y también es peligroso. Así que estuvimos haciendo nidos de mentira por si pasa algo así.
Ya vendrán fotos para ilustrar todo esto.
Igual nuestro tiempo acá está llegando a su fin. Pasamos lindos días al sol bañándonos en el mar, intentando surfear, haciendo pulseritas, comiendo arepas y conociendo gente muy especial. Nos queda lo que creemos que puede ser la segunda mitad del viaje así que nos estamos leyendo.

lunes, 25 de febrero de 2013

Los wraps que hicimos en Iquitos

Ingredientes (para dos personas)
  • Wraps, rapiditas, tortillas o algo similar
  • Mayonesa en cantidad necesaria (c/n)
  • Albahaca c/n
  • Choricillos, salchicha parrillera, vienesas o algo similar c/n depende el tamaño
  • Una cebolla
  • Un ají/pimentón
  • Medio ají picante de cualquier tipo y a gusto del comensal (nosotros usamos rocoto)
  • Un paquete de salsa de tomate
  • Una palta
  • Dos tomates
Preparación:
  1. Picar la cebolla, el pimentón y el ají y freirlos. Salpimentar.
  2. Agregar salchichas.
  3. Cuando esté todo cocido agregar salsa de tomate. Cocinar todo y si hay exceso de líquido, desecharlo.
  4. Pisar la palta y agregarle el tomate y la albahaca picados. Salpimentar y mezclar.
  5. Calentar los wraps como indica el paquete.
Presentación:
Poner en los wraps la salsa con salchichas la pasta de palta y si se desea mayonesa y hojas de albahaca.

(Receta preparada la última noche en Iquitos como despedida a la cocina del hostel que nos dio tanto amor, sabor y mosquitos.)

Iquitos

Foto: turismo-peru
¿Qué decir de Iquitos? Hay que prestarle atención a una ciudad que en un mismo hostel reúne escritores, periodistas, adictos al yoga y gringos con plata en busca de drogas pesadas. El atractivo de esta urbe selvática es distinto
Em para cada persona que la visita.
"La selva", ese espacio misterioso y exótico que buscamos al otro lado del río. Desde el malecón se ve un horizonte verde en la orilla de enfrente: ahí estáa lo oculto, lo peligroso. Los sonrientes osos perezosos, las víboras, los monos, las comunidades originarias que cobran por sacarles una foto. Nuestra conclusión esque muchos secretos son difíciles de develar si no se tiene la plata suficiente. En el caso contrario, Iquitos ofrece uba amplia gama de agencias que acusan mostrarle al viajero un pedazo de selva.
La ayahuasca parece atraer mucho gringo. Uno levanta una piedra y aparece un chamán con una botella rebalsante de esta bebida espiritual. Unos chicos argentinos querían tomar y el dueño de nuestro hostal les consiguió en menos de dos horas un chamán a domicilio para que les hiciera el ritual. ¡Delivery de alucinógenos! Además siempre nos quedará la duda de qué es un chamán. Las agenciaa de turismo ofrecen por un precio aparte tomas de ayahuasca y la oficina estatal entrega un listado de chamanes asociados. Así que es fácil conseguir. Ahora si es buena o no es otro tema.
Hay algo intrigante en que Iquitos sea la ciudad más grande del mundo sin acceso terrestre. Medio millón de personas a orillas del Amazonas. Hay mucho comercio, mosquitos, pobreza y sobre todo muchas motos. Es la ciudad con más motos por persona. Los autos son tan pocos que llaman la atención y abundan los mototaxis. Un paseo en uno de esos por una calle embarrada da más adrenalina que una montaña rusa.
En el barrio de Belén hay un mercado enorme, mugriento y genial. Los perros se pelean con los buitres por los resto de carne. Hay pollo, venado, cerdo, pescado crudo y cocido y hasta brochettes de larvas. Las frutas y verduras más baratas de la zona las encontramos acá. Mangos dulces, el ají peruano picante rocoto, platános verdes y maduros y muchas delicias amazónicas. Un rincón especial es el pasillo medicinal: se vende desde ayahuasca y san pedro hasta aloe vera y remedios para la virilidad.
Despedimos a Iquitos por la noche desde nuestras hamacas paraguayas compradas en Belén. Nos faltó selva pero nos sobró mística.

sábado, 2 de febrero de 2013

El curandero y la noche

"La vida", dijo Don Román, maestro esotérico de la ciencia divina, "la vivimos para conocer qué es la muerte. Es lo único que sabemos todos. Un niño de hasta cinco años no sabe nada de la vida, pero puede conocer la muerte."
La noche estaba tranquila. El río había crecido y las ranas estaban más cerca de la casa. Se hacían escuchar.
Don Román fumaba su cigarro de tabaco puro. Una vela le iluminaba la mitad de la cara. Sobre la mesa una cruz de madera, esencias para trabajos de amor y una botella de vidrio con medio litro de ayahuasca.

martes, 29 de enero de 2013

Personajes

Nenes que se golpean la cabeza. Franceses que se inyectan ketamina. Mineros chilenos que leen Condorito. Lustrabotas que se tapan la cara porque les da vergüenza. Argentinos vendiendo droga en Copacabana. Cholas con llamas que transportan chizitos. Malabaristas porteños en semáforos cusqueños. Abuelas haciendo sandboard.

viernes, 25 de enero de 2013

Qué hicimos en Lima

Nos instalamos en el hostel Friend's Home en Miraflores y nos preparamos para el Amazonas.
En el trayecto en bus de Ica para Lima nos robaron la carpa. La sacaron de los estantes de arriba de nuestros asientos. Buscamos una casa de camping y compramos una nueva.
También fuimos al supermercado porque nos contaron que Iquitos es más caro porque las cosas las tienen que llevar en barco. Llevamos atún, sopas y salsas Maggi, galletitas y comidas enlatadas.
Pasamos por la farmacia a comprar Paracetamol y antidiarreico. Leímos que es común tener diarrea por el efecto que causa el reflejo del sol en el río.
Sobre todas las cosas compramos los pasajes para Iquitos. En el hostel se está quedando un chico de allá que fue muchos años guía turístico en la selva así que nos aconsejó. Para ir por tierra son treinta horas en bus y después tres días en bote. Hicimos el cálculo y sale lo mismo que ir en avión. Queremos navegar, ¡pero desde Iquitos! Así que hoy partimos a las 17.30 por Peruvian Airlines.
Dejamos unas fotos de nuestra corta estadía en Lima. Bah, en Miraflores.
Ah, también comimos mucho yogurt helado.











miércoles, 23 de enero de 2013

Postales de Huacachina

1. Pisco sour
2. Aprovechando una guía perdida de Perú
3. Perdiendo piel por todos lados
4. Cusqueña fría por la noche







¿Por qué se secó la laguna de Huacachina?

Hay dos teorías. Según el señor que alquila tablas para hacer sandboard el sudor y la grasa de toda la gente que venía a bañarse taparon el agujero por el que entraba el agua. Según el chico que nos llevó en buggy por las dunas hicieron muchos pozos en Ica y las 16 lagunas que había en este desierto se secaron.
Felices de haber descansado al sol por cuatro días partimos a Lima a prepararnos para el Amazonas. Se escuchan recomendaciones.

viernes, 18 de enero de 2013

martes, 15 de enero de 2013

Las delicias de nuestro viaje

1. Quinoa en el salar de Uyuni
2. Arroz picante cocinado por Javi en la plaza de Uyuni
3. Pollo dorado con arroz, ensalada y papa en el mercado Lanza de La Paz
4. Licuado de fruta desconocida pero exótica en el puestito de Ximena del mismo mercado
5. Pancho/completo con repollo, salsa picante, mayonesa, ketchup y papas fritas en La Paz
6. Trucha con papas fritas, arroz y ensalada en un puestito frente al Lago Titicaca
7. Banana con manjar en nuestro hotel de Copacabana

lunes, 14 de enero de 2013

¡Estamos vivos!

Estamos vivos y en breve publicaremos fotos de nuestras experiencias. Sólo comentaremos lo siguiente:
  • Viajamos 23 horas de Santiago a Calama y disfrutamos del paisaje. Es verdad que en Chile el mar y la montaña están pegaditos.
  • En Calama nos rodeamos de mineros y de pilotos del rally dakar y Javi cocinó fideos en nuestra habitación.
  • Viajamos siete horas de Calama a Uyuni (Bolivia). Otros paisajes hermosos que Pau no pudo disfrutar por estar bajo los efectos somníferos del dramamine. En la aduana boliviana estaba lleno de chinos que se tapaban toda la cara.
  • En Uyuni Pau se apunó y vomitó al ver los fideos que Javi cocinó (en la habitación). Por suerte unos tucumanos nos facilitaron unas pastillitas para el apunamiento. Javi fue un genio y le cocinó a Pau arroz y Pau lo vomitó pero Javi es un genio y que hace todo bien.
  • Fuimos al Salar y nos voló la cabeza. Nos sacamos fotos espejo, comimos quinoa en un hotel todo hecho de sal y viajamos en el techo de una 4x4.
  • Pau aprendió a hacer macramé de un artesano de Luján y de una señora de Potosí. Javi le demostró a todos los argentinos de la plaza de Uyuni que es el más capo haciendo malabares.
  • Viajamos por la noche de Uyuni a La Paz y en el medio nos tuvimos que bajar porque había mucho barro y el micro tenía que desviarse. La gente de la zona estaba con palas sacando la tierra y gritaban "¡Tranquilos! ¡Tranquilos". Después de eso dormimos medio mal.
  • Llegamos a La Paz y parece que nos vamos mañana. En breve las fotos...

sábado, 5 de enero de 2013

Ilustrando nuestra situación actual

1. El miércoles partimos hacia Calama
2. ¿Dónde metemos todo esto?
3. Pau se compró lentes de sol nuevos porque se olvidó los suyos.
4. Javi está haciendo el bolso hace cinco días y todavía no terminó de guardar su ropa







jueves, 3 de enero de 2013

25 horas y media en micro


Llegué a Chile en micro porque comprar sólo pasaje de ida en avión es muy caro. Me recomendaron la empresa Cata, que ofrecía un viaje de 19 horas (casi todas por la noche) a 555 pesos, así que me la jugué. 
Mis viejos me llevaron a Retiro a las cuatro de la tarde, una hora antes de la partida. En el control me dijeron que tenía máximo treinta minutos para pasar así que me despedí de mis papás y pasé mi mochila (ENORME) por el scaner. Me senté en el piso de las plataformas internacionales con el resto de los viajeros. Estuvo buenísimo porque se hicieron las cinco y ni noticias del micro de Cata. Mis papás seguían firmes junto al pueblo del otro lado del vidrio así que me fueron a averiguar: resulta que hace diez días el horario cambió a las seis de la tarde. "Gracias por no avisar" dijimos todos los pasajeros que habíamos comprado los pasajes con más de diez días de anticipación.
El micro llegó "puntual". La verdad es que está bastante bueno: por cincuenta pesos extra uno se puede acostar con una almohada y una mantita súper lindaa que me imagino que no lavarán nunca y por cada asiento hay una tele.
Emprendimos el viaje. Paramos en Liniers y San Miguel a levantar gente y en eso se nos fueron una hora y media. A las ocho ya nos estaban sirviendo la cena. Yo la rechacé porque días antes de partir estuve con gastroenteritis. Bárbaro. Así que en todo el viaje disfruté de unas sabrosas galletitas Traviata acompañadas por manzana dulce sin cáscara porque "hace mal" según mi mamá.
Fin de la cena y nos apagaron las luces así que nada de Sudoku, crucigramas o libros de Paul Auster, como me hubiese gustado a mí. Pero las pantallitas se prendieron y empezó una peli de Nicolas Cage, "Stolen". De acción, robos, villanos sin pies, Nueva Orleáns en Mardi Gras... La disfruté de principio a fin y después me dormí.
A las cuatro de la mañana me desperté en San Luis, nuestra última parada. La estación de micros es súper moderna, parece Barajas. No pude probar el Wifi de la provincia, pero me quedé con las ganas.
A la mañana todo bien hasta que a las diez paramos en un estacionamiento de unas oficinas de la Afip. Habíamos pasado Mendoza y el lugar estaba lleno de micros, autos y combis. "Hubo un accidente del lado chileno y el cruce va a estar cerrado por varias horas. No se desesperen y salgan a fumar" dijo el asistente del viaje por el altoparlante. 
Parece que el accidente sí fue grave: entre un micro y un camión o algo así y con muertos. Los pasajeros le avisamos a nuestros SERES QUERIDOS que estábamos vivos para que no se preocuparan. Dos horas y media más tarde avanzamos hacia la aduana chilena. A todo esto las diecinueve horas de viaje ya estaban sobrepasadas. Javi me llamó desde Santiago: "Vas a llegar muy tarde".
"Bienvenidos a Chile"
Una hora y media para tramitar el cruce, dejar que unos perritos hermosos nos olieran las bolsas de mano y pasar todo por rayos X. Me hicieron abrir los tampones para ver si tenía algo adentro. "No se preocupe señor" le dije al oficial "son apósitos femeninos".
Finalmente a bordo del micro encaramos el cruce. Muy bonito: puras sierras y curvas. Suerte que en San Luis me mandé un dramamine.
Pasaron muchas pelis. Todas eran de acción salvo la nueva versión de "Los tres chiflados", que es pésima. "Man on the edge" con el pibe de Avatar, "Fire with Fire" con el marido de Fergie, la remake de "El vengador del futuro" y otras que si no hubiese sido por este viaje nunca hubiese visto. 
Todas estas obras maestras del séptimo arte para ocultar el hecho de que nadie sabía a qué hora íbamos a llegar. 
Paramos en un par de lugares porque la ruta estaba en construcción y el micro tuvo que ir a campo a traviesa en el lugar del accidente: por el piso había asientos y sobre el asfalto el camión chocado parecía un acordeón.
A las siete llegamos a Santiago y media hora más tarde a la estación. POR FIN.